Pocas veces en el año pensamos en lo que nos ha dado la vida y pocas veces le dedicamos un tiempo de reflexión a lo que hemos hecho y dejado de hacer.
Hoy, en este día de acción de gracias, quisiera aprovechar para compartir con ustedes mi propio análisis de mi vida.
Al nacer, hace 35 años, me encontré con una familia espectacular. Tengo unos grandes padres, mi mamá es fuera del otro mundo cuando se trata de ayudar y apoyar, aunque es un poco controladora; mi padre es un corazón andando, todo mundo lo quiere y estoy eternamente agradecido por enseñarme que el cariño puede y debe ser incondicional y Mi hermano es un como diríamos algunos "contreras", pero le heredó a mi papá el corazón grande y con gran sentimiento.
Pasaron 18 años y conocí a la mujer que marcaría mi vida y le daría sentido a mi existencia. Ella me ha entregado lo mejor que la vida puede dar, tres hijas maravillosas y un hogar donde verlas crecer. Simplemente lo mejor que me pudo haber pasado. De mis tres hijas solo puedo decir que son como un racimo de flores, cada una única y bella individualmente y mágicas y asombrosas cuando las pones todas juntas.
Me queda dar gracias por una familia llena de tios y tias, primos y primas únicos, por los amigos que llegaron y se quedaron y aquellos que pasaron y se fueron por que dejaron algo.
Gracias a Dios por tanta alegría y tanta tristeza. Gracias por los retos que he superado, los que me falta superar y los que fracase por que gracias a todos ellos estoy aquí escribiendo.
Y gracias a "Guilo", donde quiera que esté, por enseñar con cariño, dar a brazos abiertos y permitirme compartir con usted tantos años de alegría y felicidad.
