Hace aproximadamente 15 años, tuve la fortuna de conocer a una mujer maravillosa, tan extraordinaria que he pasado desde ese momento junto a ella mi vida. Gracias a este pequeño detalle pude entablar relación con un hombre igual de extraordinario.
Como todo comienzo, uno no puede magnificar el rumbo que esta tomando. Solo la reflexión y el tiempo le dan las herramientas para medir cualquier empresa. En fín, conocí a Don Ernesto, Sr. Alonso como muchos le decimos y "Guilo" como solo los más cercanos pudimos nombrarlo.
Nunca olvidaré la frase que marcó el inicio de mi vida, de tiempo completo, junto aquel Señor y su familia: "Es un problema de vida y no de muerte", para los que conocen mi historia podría serles familiar a los que no simplemente estoy hablando de el nacimiento de la primera princesa de mi castillo.
A partir de ahí se fueron acumulando como cascadas las anécdotas, los viajes, los eventos y el tiempo que pasamos juntos. Solo puedo decir que han sido, hasta el momento, los mejores cuasi 15 años de mi vida.
Sr. Alonso, mil gracias por cada palabra, cada comentario, cada broma y cada momento compartido conmigo. Su nombre podrá no ser olvidado en la televisión mexicana por el resto de nuestros días y posiblemente nadie pueda ocupar su lugar en las telenovelas, pero le aseguro que lo que dejó fuera del espectáculo es aún más grande y fué grabado en letras de oro que el tiempo no podrá borrar.
Guilo, si me permite usarlo, mi corazón fué tocado por cada uno de los ángeles que siempre lo acompañaron. Afortunadamente me he quedado con el más preciado y prometo cuidarselo hasta que nos volvamos a ver.
Hasta pronto y no se preocupe le llevaré el wishky, el ate y sus cigarros para que me siga contando todas sus aventuras, pues como usted siempre dijo: "Mejor hablemos de Putas, que es más divertido"
